Ha perdido a la columna vertebral del equipo que maravilló a Europa, pero este Mónaco de Jardim sigue como si nada. Ante el Marsella, ofreció una primera parte primorosa que le permitió marcharse con un contundente 4-0 a vestuarios.
Glik, Diakhaby y un doblete de Falcao bastaron para ridiculizar al equipo de Rudy García y mandar un claro mensaje al PSG y al resto de rivales en la Ligue 1.
Todo, con Mbappé en el banquillo y Jovetic en la grada para convertirse en su sustituto. A este Mónaco no le importan las bajas, le siguen sobrando recursos para maravillar y apabullar rivales con su fútbol ofensivo.