Nacido en Sheffield en 1937, el ex guardameta comenzó su carrera en el Chesterfield, equipo en el que empezó a brillar y que le acabó dando alas para fichar por el Leicester, club en el que militó durante ocho temporadas.
Justo en su último año de la mano de los 'foxes', Gordon Banks ganó el título más importante de su carrera: el Mundial de 1966 con Inglaterra. Hasta entonces, los 'three lions' no habían ganado ninguna Copa del Mundo... y tampoco han vuelto a hacerlo.
Tras la temporada en la que conquistó el mundo, se marchó al Stoke City, equipo en el que, al contrario que ocurrió en el Leicester, pudo levantar un título a nivel de clubes: la Copa de la Liga. Ese trofeo fue el primero de la historia de los 'potters'.
En el Mundial de 1970 no tuvo tanta suerte y, pese a firmar la 'Parada del siglo' ante la Brasil de Pelé, Inglaterra acabó cayendo en cuartos de final ante Alemania.
En 1973, Banks tuvo que despedirse del mundo del fútbol a causa de un accidente de tráfico que le hizo perder un ojo. Fue un adiós forzado, pero que le convirtió en una leyenda que el mundo del fútbol inglés recordará por siempre.