Haaland, Haaland y Haaland. Es lo que hay cuando toca hablar de goles. Volvió a mandar la bola al fondo de las mallas, esta vez en un duelo con la Selección Noruega que le enfrentaba a Austria en las primeras citas de la Liga de Naciones de 2020.
Su primera diana con la absoluta llegó en el tercer duelo que disputó con el combinado nacional de su país. El primero de muchos...
El punta del Borussia Dortmund corrió de frente hacia el área, recibió un pase raso desde la banda, bastante potente, de Sorloth, y batió al guardameta, que no pudo hacer nada. El tiro fue desde muy cerca y rápido, así que no dio tiempo a que se estirara.
No sirvió para firmar las tablas el tanto, eso sí. El punta abrió el casillero de los suyos cuando caían por 0-2 y les dio esperanzas en esta renovada competición internacional de combinados nacionales. Se premia más la regularidad, y de eso Erling sabe algo.
La celebración de Haaland llamó la atención, pues le dejó bien claro a su compañero que, de no ser por él, no habría marcado el gol. Se le acercó, le abrazó, le señaló y se mostró eufórico. Sorloth, mientras, estaba más calmado, probablemente pensando en ir a por las tablas.