Después de un inicio de temporada en el que el Watford no consiguió alzarse con la victoria en la Premier League, Javi Gracia fue cesado como primer entrenador de la plantilla.
Convencidos de que podría cambiar la dinámica del club, los dirigentes cubrieron la vacante con Quique Sánchez Flores, que regresó al banquillo del cuadro inglés tras su periplo con el Espanyol y el Shanghai Shenshua.
La ilusión volvió a los aficionados del Watford, pero, pocas jornadas después, el equipo continúa sin levantar cabeza y mantiene la condición de farolillo rojo de la clasificación, con cinco empates y seis derrotas en su casillero.
Por ello, según informa 'Daily Mail', la familia Pozzo, propietaria de la entidad, ya le habría dado un toque de atención a un Quique Sánchez Flores que no logra dar con la tecla de sus jugadores.