180 minutos jugados, tres goles anotados, uno de ellos, el de la final de consolación por el tercer puesto del Mundial, de penalti. Rafael Santos Borré fue, por méritos propios, uno de los mejores jugadores del torneo.
El colombiano recibió, en la entrega de premios, el Balón de Bronce. Su desempeño sólo fue superado por el de Caio, del Al Ain, y Bale, del Real Madrid, quien además se llevó la Bota de Oro al máximo anotador (hizo tres goles, como Borré, pero en menos tiempo).
Cierra así Santos Borré un año excepcional, para enmarcar, con la Copa Libertadores ganada a Boca Juniors como la guinda del pastel. Un año que no olvidará fácilmente, y por el que ha vuelto incluso a sonar para volver al Atlético de Madrid.
22 de diciembre de 2018