El extremo Raphinha cambió el Leeds por el FC Barcelona. En cuanto recibió la llamada de Xavi, ni se lo pensó. Siempre quiso ser 'culé'.
El ahora jugador azulgrana charló con 'UOL Esporte' sobre su vida y reveló que no fue sencillo forjarse como jugador en sus inicios, pues vivía en un barrio complicado. "Necesito contarte una verdad: es muy complicado. Para alguien nacido en un sitio como en el que yo nací, es difícil mantenerse centrado. Soy de Restinga, del sur de Porto Alegre. Es difícil seguir tu camino y no descarriarte", contó a 'UOL Esporte'.
"Perdí muchos amigos en el mundo del crimen, en el narcotráfico... Amigos que jugaban diez veces mejor que yo y que podrían haber estado en un gran club de fútbol del mundo", lamentó un emocionado Raphinha.
Raphinha usó todo eso para centrarse en su sueño de ser futbolista. "Aparecen oportunidades y hay muchas. Te prometen una forma más fácil de ganar dinero y ahí es donde la gente se pierde. Nunca me salí del camino, pero fui testigo, caminé junto a la gente que se estaba perdiendo", relató.
"Tener estos ejemplos cerca fue un factor importante para mantener mi enfoque. Sabía lo que quería desde muy joven: ser futbolista. Lograr este objetivo dejando un barrio es un gran sacrificio, pero mi ambición era aún mayor. No me desvié. Si hoy hablan de mi magia en el fútbol, yo siempre digo: 'Esta es la verdadera magia", prosiguió.
Raphinha confesó que llegó a pedir para comer: "Sería injusto decir que he pasado hambre porque a mis padres nunca les faltó comida. Aún así, después del entrenamiento, me paraba en la calle y le pedía a la gente que me comprara algo para comer. Algunos me ayudaban, otros me llamaban vagabundo. Tenía entre 12 y 14 años en ese momento".
Por último, dijo haber cumplido dos sueños. El primero, jugar en la Premier de la mano del Leeds: "Era el deseo de mi infancia". Y, después, el de fichar por el FC Barcelona. "Mis ídolos jugaban allí, así que quería jugar en el Camp Nou. Tuve muchas ofertas, pero yo sabía lo que quería", cerró.