El Real Murcia recibió al Marbella con la remota ilusión de obtener la clasificación al 'play off' de ascenso, cuestión que parece imposible a esta altura de la competición. El partido obedeció a la paridad que muestran en la tabla de posiciones y no arrojó grandes destellos de fútbol.
Con un marco de 4.863 espectadores, los 'granas' comenzaron la cita con ánimo de conseguir las tres unidades. Sin embargo, rápidamente los visitantes se instalaron en el campo y dominaron el juego a través de la posesión de la pelota.
El encuentro se tornó muy disputado en los primeros minutos, sin contar con emociones importantes. Un gol anulado al Marbella y varias aproximaciones leves del Real Murcia fueron las acciones más destacadas en el amanecer del domingo.
El jugador más destacado del primer cuarto de hora fue Paulo Vitor, quien enhebró una gran jugada individual para luego asistir a Juergen Elitim, maniobra que hubiera terminado en anotación de no ser por los reflejos de Mackay.
Pero este deporte no satisface a la justicia, puesto que el Real Murcia logró ponerse en ventaja sin hacer merecimientos para ello. Armando anotó un auténtico golazo olímpico, sorprendiendo a todos los presentes en el recinto.
A pesar de estar arriba en el marcador, los locales no pudieron estabilizarse y sufrieron los embates de los entrenados por David García Cubillo. A fuerza de empuje e intentos de asociación colectiva, el Marbella logró el empate. Tras una jugada confusa de muchos rebotes, Juanma firmó tablas.
Los buenos rendimientos individuales de Josema, Maestre y Mackay no lograron inclinar el juego para su equipo, que se vio maniatado por el adversario, sufriendo en especial los estragos de Paulo Vitor por el extremo izquierdo.
El segundo tiempo continuó con la tendencia igualada, con menos incursiones ofensivas de sendas escuadras, que parecieron conformarse con el 1-1. Con el pasar de los minutos, los equipos fueron perdiendo disposición para jugar y se dedicaron a luchar en la mitad de cancha.
Josema intentó doblegar a la defensa visitante en dos oportunidades, aunque sin éxito. Y fue con su salida que el Real Murcia perdió peso en ataque y entró en la desesperación de los balones directos al área.
En el promediar de la segunda parte, el conjunto murciano intentó sobrepasar a su contrincante, pero no tuvo la claridad suficiente para perforar el nido defensivo. Un remate de cabeza de Parras y un gol anulado a Jeisson fueron las situaciones más claras en este tramo del partido.
La victoria pudo haber sido para cualquiera de las dos instituciones, que contaron con pocas jugadas, pero muy claras, para subir en el tanteador. Una doble salvada de Armando, un tiro en el travesaño de Manuel y una tapada increíble de Wilfred a Chumbi fueron las tres ocasiones más destacadas.
Por último, Miñano se retiró expulsado por reiteradas quejas hacia el cuerpo arbitral, evidenciando la impotencia de su equipo que transita en un complicado presente deportivo, acumulando siete encuentros sin conocer el triunfo.
Las modificaciones no surtieron efecto, ya que la dinámica de los minutos posteriores fue la misma, con el Real Murcia forjando jugadas aisladas y con el Marbella replegado y listo para contraatacar. Ninguna estrategia pudo prevalecer y finalmente la cita finalizó en un discreto empate.