Sin brillante ni contundencia, pero con efectividad. Así se embolsó el Milan los tres puntos en la visita a San Siro de un Torino que acumuló otra derrota más para ahondar en su hemorragia clasificatoria. Ante Rebic, una vez más, abrió el camino.
El croata marcó el primer y último gol del encuentro, puesto que no hubo más cuando a los 25 minutos remató al primer toque un servicio de Samu Castillejo desde la banda derecha. Fue su sexto tanto en los últimos siete encuentros. Es el hombre iluminado de los 'rossoneri', el que está permitiendo enmendar la plana en la Liga y soñar en la Coppa.
De hecho, el Milan recuperó, aunque empatado a puntos con Hellas Verona y Parma, la sexta plaza, la última que da pasaporte para Europa.
Pudo haber sentenciado en la segunda mitad, y ello casi le pasa factura con alguna llegada puntual del Torino, aunque se mostró mejor que su rival en el encuentro y fue acreedor de los tres puntos.
Paradójicamente, la llegada de Ibrahimovic hasta ponía en duda la continuidad de Rebic en el plantel, si bien desde que el sueco es titular en la punta el ex del Eintracht ha mostrado su mejor repertorio.
Lo peor del encuentro para los de Stefano Pioli fue la lesión de Kjaer, quien se tuvo que retirar minutos antes del descanso.