Eines, un enamorado del fútbol, escribió un monólogo que era "una especie de 'Última cita', de Beckett" y entonces se lo dio a su "hermano", el dramaturgo español José Ramón Fernández, que "lo recompuso" y aportó, además, la figura del periodista que entrevista al jugador, explicó este martes el argentino a 'EFE'.
La obra se estrenó hace dos años en el Teatro La Comedia de Rosario, la ciudad natal de Carlovich, en presencia del futbolista: "cuando terminó me dijo 'con esta obra aprendí cosas de mí mismo que ni yo mismo sabía", recordó el director y dramaturgo, afincado en España desde hace años.
Desde entonces, la obra, de cuyos beneficios dan por contrato el 50% de los derechos a Carlovich "y extraoficialmente el 100%", ha estado de gira por Argentina y Colombia y España, donde llegó hace un año a Madrid, Valencia, Zaragoza y Barcelona, entre otras ciudades.
En su vuelta al Teatro del Barrio, donde estará a partir de este miércoles y hasta el 16 de febrero, Claudio Garofalo es de nuevo El Trinche Carlovich y Lucas Ranzani el periodista que va poniendo al deportista ante sus luces y sus sombras.
El argentino, apunta Eines, "decidió jugar para el disfrute de algunos, no para el mercado" y acabó en un equipo de Segunda: "es como si Messi jugara en el Sestao", compara.
Una diferencia muy importante entre ambos futbolistas es que como 'El Trinche' no estuvo mucho tiempo en Primera no hay prácticamente imágenes de él jugando, apenas en la película 'Se acabó el curro' (1983), de Carlos Galettini.
"Pudo haberlo tenido todo pero se quedó sin nada. Tengo ganas de hacer la 'lista Forbes' de los jugadores mejores y más pobres. No de los 'Messi', 'Ronaldo', 'Mbappe'... Carlovich es el mejor entre los mejores y más pobres, una relación en la que también hay dos españoles, uno de ellos gallego", asegura, aunque no quiere decir sus nombres.
'El Trinche', "un Quijote del fútbol", tomó sus decisiones "en un mundo en el que la envergadura del futbolista se sigue midiendo por la cantidad de dinero que gana", explica sobre el deportista, dueño de un increíble catálogo de pases, entre ellos el doble caño.
Eines está convencido de que no varía "nada" la percepción del espectador el hecho de ser argentino y/o conocer al jugador: "Solo hace falta querer mirar el fútbol desde otro lugar".
"Su cuerpo le pedía ser coherente con lo que sentía. Deseaba expresarse con la pelota en los pies. 'El Trinche', con una sensibilidad y una inteligencia prodigiosas, había entendido que la felicidad es hacer lo que uno quiere", precisa.
Le parecería "extraordinario" que los futbolistas fueran al teatro a ver la obra, que el año pasado en Valencia, aunque "inducidos", disfrutaron muchos jugadores del Levante.
"Hay como una distancia. Se sienten acusados de alguna manera. La obra les dice 'no te has atrevido más que a ser millonario'. Son los dioses del ratito, del momentito", afirma.
Eines admite que de entre todos los futbolistas, pobres y ricos, el mejor para él es otro argentino, Diego Armando Maradona, pero hasta 'el Pibe de Oro', recalca, le dijo a la gente una vez que fue a Rosario "ustedes dicen que yo soy el mejor del mundo pero el mejor del mundo es Carlovich".