La Selección Española vuelve a irradiar felicidad, contagiando a una afición que trata de digerir el enésimo desengaño del Mundial de Rusia, ilusionándose con la savia nueva que ha inoculado el ex técnico del Barcelona.
Tras conquistar Wembley en su debut al frente de 'la Roja', Luis Enrique barrió a la flamante subcampeona del mundo en Elche e hizo trizas a Gales en Cardiff apostando por futbolistas que no entraban en ninguna quiniela de anteriores convocatorias.
En apenas dos concentraciones, De Gea ha acallado todas las críticas por su Mundial con exhiciones. El guardameta del Manchester United encajó el 91,6% de los disparos que recibió en Rusia, deteniendo solo uno de 12. Sin embargo, el portero madrileño solo ha sido batido en una ocasión en los últimos tres duelos.
Raúl Albiol, una de las grandes novedades de la última lista, no jugaba con la Selección Española desde el 31 de marzo de 2015. A sus 33 años, el central del Nápoles disputó su 52 partido internacional. También fue reseñable en Cardiff la presencia de Marc Bartra. El central catalán, que se quedó a las puertas de Rusia, respondió a Lucho con un gol antes de ir con 'la Roja' a 'su' Benito Villamarín.
En la sala de máquinas, Luis Enrique no dudó en darle galones a Dani Ceballos, pese al poco protagonismo que tuvo la temporada pasada con Zidane. El centrocampista andaluz asumió con personalidad el reto y, tras guiar a España en el 6-0 a Croacia, volvió a liderar al equipo ante Gales.
Entretanto, Paco Alcácer se ganó en cuatro partidos en Alemania su regreso a la Selección Española. El delantero valenciano brilla con el Borussia como nunca hizo en el Camp Nou. Siete goles en cuatro encuentros le valieron el pasaporte con 'la Roja', y su doblete le garantiza la continuidad.