Tan genial fue la propuesta de la despedida del árbitro como la respuesta del resto de protagonistas. Lo que se vivió en los últimos minutos del Metz-Stade Brestois de la Ligue 2 es digno de admirar. Un espejo para lo que se debería ver cada fin de semana en los terrenos de juego: respeto mutuo.
Yohann Rouinsard, veterano árbitro del fútbol francés -45 años-, estaba ante su último partido y quiso utilizar la recta final del encuentro -ya sin nada en juego- para poder despedirse del deporte del que tantos años ha disfrutado.
Sorprendió a todos al llamar a los futbolistas y repartir sus tarjetas y escribir con el espray "merci" -gracias-. Un gesto que provocó una ola de aplausos desde las gradas y también de los jugadores, que acudieron en masa a ovacinarle y abrazarle.
17 de mayo de 2019