Así es el sistema del que tanto se queja el 'Tata' por no ser igual que en México

Esta madrugada, el Inter Miami fue eliminado de los cuartos de final de la CONCACAF Champions Cup. El entrenador de Leo Messi, Sergio Busquets, Jordi Alba y Luis Suárez lo atribuye, en parte, a lo cuadriculadas que son las normas de la MLS en la confección de sus plantillas. ¿Tiene razón? Un rápido vistazo a reglas que son básicas para las franquicias de Estados Unidos permite comprender las protestas del técnico.
Antes de comenzar con ello, conviene reseñar que el estratega no dijo, en su rueda de prensa, que el motivo de la derrota frente a Rayados de Monterrey fuera única y exclusivamente la organización de su campeonato doméstico. También verbalizó que los mexicanos merecieron el triunfo, así que sería injusto llegar a la conclusión de que su argumento para defenderse de la decepción es echarle la culpa a los directivos.
En la Major League Soccer, hay 20 fichas para cada equipo. Se consideran los huecos para los séniors aunque se utilicen para futbolistas de edades tempranas. Hay espacio para otros 10 jugadores, pero estos últimos 10 huecos están divididos desde el 21 hasta el 24, desde el 25 hasta el 28 y desde el 29 hasta el 30 y cuentan, cada uno, con sus particularidades salariales e incluso relativas al origen del atleta en cuestión.
Por ejemplo, los integrantes 29 y 30 de las plantillas han de haberse formado en el club del que formen parte. Los 25, 26, 27 y 28, por obligación, deben ser reservas de salario mínimo o canteranos. Si se opta por lo primero, deben tener 24 años o menos y, si se decide por lo segundo, el joven puede ganar más dinero que el del salario mínimo de reservas en arreglo al subsidio que la competición atesora para los talentos formados en sus academias.
En este enlace, se pueden leer las normas de elección de jugadores de la MLS
Los 21, 22, 23 y 24, en lugar de percibir sus salarios con arreglo al salario mínimo de reservas, lo hacen a tenor del salario mínimo de jugadores séniors a no ser que sean canteranos, lo que permite que ganen más dinero. Así, los organizadores pretenden incentivar la presencia de referentes de futuro en su Liga para ir nutriendo a la Selección de Estados Unidos, una dinámica que ya está encontrando momentos de éxito como la victoria contra México en la final de la Liga de Naciones.
Los despachos de los clubes se indignarían en caso de que todas estas lindes se incluyeran en el límite presupuestario del proyecto, algo que no sucede. Desde el puesto 21 hasta el 30, no se cuenta ningún emolumento como parte del techo de sueldos de la plantilla. Así, la MLS se garantiza cierto grado de control sobre el desarrollo de sus nuevas generaciones con un argumento ganador: no se está influyendo en el margen económico de las entidades que participan en el campeonato.
Los 20 primeros lugares de cada equipo sí que han de respetar el límite presupuestario con la excepción de tres jugadores franquicia que están especificados en la página web de la Major League Soccer. En el Inter Miami, por ejemplo, son Leo Messi, Sergio Busquets y Leonardo Campana. ¿Por qué no Jordi Alba o Luis Suárez y cómo han hecho los rosas para poder pagar sus sueldos? Dejando algún espacio donde es posible: en los huecos 21, 22, 23 y 24, tan solo hay dos jugadores: Benjamin Cremaschi y Carlos Joaquim dos Santos.
El problema de este sistema es que las franquicias tan solo tienen poder de decisión absoluto en 20 de sus 30 futbolistas, deben elegirlos con cuidado del límite salarial y tan solo pueden excederse con tres de ellos, lo que condiciona la elección, en total, de 27 de los integrantes de un vestuario de 30. No hay concesiones ni siquiera en el apartado de lesiones, uno de los principales focos de queja del 'Tata' Martino.
"Sostengo que, a esta instancia de la Copa de Campeones, accedieron los equipos que mejor plantel tienen en el fútbol mexicano. Hablo de América, Monterrey y Tigres. No pongo a Pachuca porque su estructura está armada en jugadores jóvenes. En tanto la MLS no libere reglas para tener mejores planteles y que las ausencias y lesiones se puedan reemplazar más fácil, habrá una ventaja", argumentó en su rueda de prensa de esta madrugada.
En efecto, tampoco es posible, en la MLS, armar de antemano un plantel completo y con jugadores de sobra imaginando posibles futuras lesiones ni siquiera ahora que el calendario está más saturado que nunca. Para que un club sustituya a un futbolista magullado, tiene que meterlo en la lista de lesiones de larga duración o en la lista de lesiones. La de larga duración implica, por norma, no volver a usar al jugador en cuestión en toda la temporada ni siquiera para partidos amistosos.
La de lesiones a secas, sin la especificación de larga duración, obliga a que el jugador añadido no salte al campo en al menos 6 encuentros. Solo bajo estos preceptos se permite una sustitución en el 'roster'. ¿El problema? Que existe la posibilidad de que un futbolista, según su evolución, apunte a seis duelos de baja y acabe estando menos o más, lo que obliga a los servicios médicos a trabajar con una previsión que, en ocasiones, es inviable.
Volviendo a las lesiones de larga duración, imagine el lector que el Inter Miami pierde a Leo Messi durante cinco meses por alguna dolencia, desde abril hasta septiembre. Lo lógico es imaginar que el Tata Martino le usará en cuanto vuelva para la recta final de la temporada, que termina en octubre, y que, mientras, utilizará a otro jugador que podría llegar en el mercado de verano o a través de la agencia libre. No es posible: la MLS solo permitiría ocupar el lugar de Messi si el club le incluyera en su lista de lesiones de larga duración, lo que, a su vez, prohibiría al técnico usarle para la recta final del curso.
Esta es la cuadrícula de normas y fronteras a la que aludía el entrenador en su rueda de prensa posterior a la derrota con Monterrey. Las consecuencias de llevar tan a rajatabla la formación de talentos jóvenes en la MLS está sirviendo para nutrir a su combinado nacional, sí, pero no está encontrando demasiadas consecuencias en el plano de clubes -más alla de la recién nacida Leagues Cup-, donde la 'Concachampions' se ha acostumbrado a ver los aztecas imponerse a los estadounidenses. ¿Se abrirá la veda, en el futuro, a un cambio en las reglas o mantendrá la categoría sus raíces patrias?