El astro sudamericano escaneó sus pies, que a partir de ahora pasarán a ser parte del salón de la fama de Maracaná junto a otros artículos suyos como fotos, botines o camisetas.
Ronaldinho, campeón mundial con la Selección Brasileña en 2002, se mostró "agradecido y emocionado" por el homenaje, al que calificó como "un momento único y maravilloso en su carrera".
"Es un placer estar aquí, yo amo Río de Janeiro y Maracaná es el mayor palco de fútbol de todos, por lo que recibir este homenaje aquí es muy especial", afirmó el astro.
El jugador, retirado oficialmente del fútbol en enero del año pasado, declaró que aunque haya parado de jugar sigue teniendo una vida muy activa y añadió que se están "resolviendo los detalles" para organizar varios partidos de despedida.
Ronaldinho, que debutó como profesional en 1998 con Gremio y pasó por clubes como PSG, Barcelona, Milan o Querétaro, ganó con Brasil el Mundial de 2002 de Corea del Sur y Japón.
En la rueda de prensa que concedió tras el homenaje, el atacante afirmó que le resulta "imposible" escoger un momento para recordar en toda su carrera ya que se siente "realizado" por alcanzar tantos logros en el mundo del fútbol.