Los ingleses son gente de gustos definidos. Les encanta comer cosas que harían vomitar a una cabra, conducir por la izquierda y un buen cotillero para destrozar a sus ídolos.
Lo grave del asunto es que eso de hacer que su señora raspe las puertas de dintel bajo no es nuevo. Es decir, que no es la primera vez que le es infiel a su pareja, con la que tiene cuatro hijos.
Los primeros cuernos brotaron en 2010, cuando Coleen Rooney estaba embarazada de su primer hijo. Y como la cabra tira al monte, y se conoce que Wayne, en cuanto amorra la botella deja de regir, ha reincidido.
Al parecer esta nueva infidelidad ha tenido lugar esta pasada madrugada. Rooney, junto a algunos compañeros del DC United que, como él, se quedaron fuera de la convocatoria del partido contra los Philadelphia Union, tomaron un vuelo a Vancouver, Canadá.
Y ahí entran en juego los 'tabloides' británicos. El diario 'Sun' asegura que, tras una fiesta de siete horas (y, citamos textualmente el tuit, "tras siete horas de alcohol"), el futbolista inglés se subió a un ascensor del hotel en el que se alojaba con una mujer... que no era su mujer.
August 25, 2019
Porque Coleen estaba en Washington D.C., y según el 'Daily Mail', enfureció en cuanto conoció la noticia. Tanto, que se habría quitado hasta la alianza, le habría exigido volver de inmediato a casa y le habría pedido terminar de una vez su relación con el DC United para poder volver a Reino Unido.
August 25, 2019