Rubi, entrenador del Betis, dijo que sigue "pensando que es posible" que su equipo "supere los 50 puntos" y está "convencido" de que lo va a hacer para luchar por jugar una competición europea, pese a la "decepción muy grande" vivida el jueves en el derbi perdido contra el Sevilla (2-0).
En una rueda de prensa telemática, Rubi insistió este domingo en que está "muy disgustado con la imagen" dada en el Sánchez Pizjuán, pero aseguró que no ha recibido "ninguna señal" que le incline a pensar que se halla ante "un ultimátum", porque "hasta el jueves todo habían sido buenas sensaciones" y está "convencido de que el partido contra el Granada se va a sacar adelante".
El barcelonés, que confirmó para el choque de este lunes la baja del medio Javi García y la casi segura del defensa brasileño Sidnei por lesión, señaló que ha "hablado como cada semana" con la directiva del club y que le han indicado que "cada vez" les "quedan menos oportunidades para encadenarse arriba".
A pesar de ello, añadió que espera que sus futbolistas "estén conectados" y recordó que "el año pasado", con el Espanyol, acabó "haciendo más de 20 puntos en las diez últimas jornadas", con lo que no ve "por qué no" pueden "repetirlo", precisó.
"Creo que lo podemos conseguir, pero tampoco estaré satisfecho, salvo que acabemos con sensaciones muy buenas", admitió.
Para el encuentro frente al Granada, Rubi anunció que "un mal partido como el del jueves te lleva a mover el once" y manifestó que, aunque no piensa "dinamitar a las primeras de cambio todas las horas de trabajo que hay detrás del equipo", sí espera recuperar a "gente importante que no pudo jugar contra el Sevilla".
El técnico verdiblanco afirmó que se siente "en deuda con la afición del Betis" y lamentó no contar este lunes con su apoyo.
"Si preguntas en el vestuario, todos querrían a la afición en el estadio", aseveró Rubi, ya que, a pesar de que "habrían manifestado en los primeros minutos su descontento por el partido del otro día, no hay otra afición como la del Betis".
Reconoció que en el derbi "hubo una gran diferencia física" porque "el Sevilla es de los dos equipos que más corre de la Liga", mientras que el Betis no supo "cambiar el plan", si bien lamentó que "nunca" se había "enfrentado a un equipo que le piten penaltis con tanta facilidad".
"La decepción con este partido es muy grande. Hay veces que las ves venir, pero no el otro día. Nadie pensaba que íbamos a dar el nivel que dimos. En el descanso insistimos en cosas que teníamos que haber hecho en la primera parte y a mí me dio la sensación de que el equipo durante tres o cuatro minutos había reaccionado, quería mejorar y ser más vertical", agregó.
Rubi incidió en su idea al recordar que no ha "venido para que el Betis juegue al balonazo", sino "a mantener un estilo, pero muchas veces no sabes cuáles son las facetas que te vas a encontrar en un partido", y pidió a sus futbolistas que sean "más verticales cuando haya dificultad para sacar el balón jugado".