Julen Lopetegui logró su segundo objetivo tras agarrar las riendas de la Selección, obtener el pase a la cita mundialista. El primero ya lo había conseguido: dotar de normalidad a un grupo necesitado de aire fresco y agitado por la última decepción europea.
Albania no fue rival para España y los chicos de Lopetegui la despacharon en 45 minutos. España, una vez que el balón se puso a rodar, se olvidó de la 'tormenta Piqué' e hizo lo que mejor se le da: tocar, tocar y tocar la pelota.
El conjunto nacional necesitaba ganar y que Italia no hiciera lo propio ante Macedonia. Se cumplieron ambas condiciones y España ya se ha sacado un billete con destino a Rusia. Sólo falta hacer el 'check-in' y agarrar el vuelo.
Pura burocracia el duelo ante Israel para una España que, guiada por un notable Isco, no encontró rival en una Albania cuya esfervescencia inicial fue decayendo con el paso de los minutos. España le puso el sello a la pelota y no la soltó.
No distrajo a España el festival de pitos a Piqué en algunas fases del encuentro y Rodrigo confirmó la distancia entre una y otra selección al convertir en golazo un pase filtrado del mediapunta madridista. El valencianista ya había debutado, pero su entrada en el once puso la novedad junto con el estreno de Odriozola. Gran partido del realista.
Isco sepultó cualquier tipo de ilusión en Albania al anotar el 2-0 tras una estelar jugada colectiva. El malagueño sigue a un nivel inalcanzable a día de hoy para la mayoría de futbolistas en Europa. Su sociedad con Silva generó la mayoría de las ocasiones.
El 3-0 finiquitó el partido
El gol de Thiago fue el de la sentencia. El del Bayern remató como un cañón una asistencia de un Odriozola que hizo suyo el carril derecho desde el pitido inicial. Albania sacó la bandera blanca con el 3-0 y la segunda parte resultó un trámite obligatorio.
Entre Isco y Silva España tuvo opciones de engordar su ventaja, pero el trabajo ya estaba hecho. Rusia ya espera a un España que irradia señales ilusionantes, buen fútbol, recursos y variantes. Una selección que huele a fresco y que ya mira al Mundial con ojos de favorito.