A la media hora de partido este parecía sentenciado. El Newcastle lo había resuelto, o eso creía, por la vía rápida, gracias a los goles de Sean Longstaff y Joelinton. La noche parecía plácida para las 'urracas', pero no lo fue.
El primer revés llegó cuando Joelinton pidió el cambio por lesión. A Steve Bruce no le quedó otra que meter al campo a un Saint-Maximin al que había reservado, pensando en el próximo encuentro liguero.
Aguantó las acometidas de los locales el Newcastle, y gestionó bien el ritmo del partido durante el segundo tiempo. Sin embargo, a falta de seis para el final, todo ser torció.
Kelly, en el 84', recortó distancias para el Oxford United. Y Holland, en el último suspiro del tiempo reglamentario, dejó con un palmo de narices al Newcastle. Había forzado la prórroga el Oxford, igualando un partido que en el 30' perdía 0-2.
Llegó la hora de los héroes, y el de hoy fue Allan Saint-Maximin. El ariete francés recibió en una contra abierto a banda. Encaró el área, regateó en la frontal, pisó la corona y se sacó un zapatazo imparable para Eastwood.
February 4, 2020
Un gol que llevó el delirio a la grada en la que estaban los aficionados visitantes, y que el propio Saint-Maximin celebró con una euforia desmedida (y no fue el único). Era comprensible: era el minuto 116, y el Newcastle había logrado sellar su pase a la siguiente ronda, sufriendo como pocos esperaban.