La primera mitad de la visita del Málaga a Montilivi no le salió nada bien al Girona. Míchel, harto con la mala dinámica de los suyos, decidió sacrificar a Samu Sáiz para efectuar un cambio táctico, pero al jugador no le hizo ninguna gracia que le sacara del campo en el minuto 36.
En su camino al túnel de vestuarios, se acercó a la grada para lanzar su camiseta hacia arriba, en dirección al palco, donde estaba el entrenador por sanción. Después, le gritó: "¡Payaso!". El suceso no tardó en hacerse viral entre los aficionados del cuadro catalán.
El '10' es una de las piezas clave de la plantilla y suele comandar la zona de tres cuartos servido de calidad de sobra, así que no le gustó nada verse fuera de un encuentro en el que creía que aún podía aportar. En todo caso, la decisión del técnico es irrevocable.
Es especialmente llamativo este rifirrafe porque el Girona viene de ganar sus cuatro últimos partidos, uno de ellos con 'manita' ante el Ibiza, así que no se esperaba que el tempranero cambio fuera a resolverse con tanta tensión. El sustituto de Samu Sáiz fue Iván Martín.