23 de mayo de 2015. Granada 0-0 Atlético de Madrid. El empate le valió a los andaluces para festejar la permanencia en Primera División. En los entresijos de la celebración, José Ramón Sandoval, empapado y lleno de felicidad, entonó el ya famoso "esto es agua bendita". Unas palabras que quedaron en el recuerdo de la ciudad nazarí, que busca el milagro 9 años después. Será con el mismo artífice, pero en un contexto más complejo con el Cádiz como primer obstáculo del camino.
Los rojiblancos explorarán el Nuevo Mirandilla este viernes (21:00) en el reestreno del entrenador madrileño. Y todo lo que no sea conquistar la 'Tacita de Plata' supondrá un paso hacia el infierno. El barco del Nuevo Los Cármenes cuenta 14 puntos en 28 jornadas. A falta de 10 encuentros por disputar, la salvación la marca el Real Celta con 27 unidades. A 13. Y, precisamente, el cuadro gaditano podría creer en lo que parecía imposible si suma su 4ª victoria.
Pese a todo, José Ramón Sandoval no perderá la fe hasta que las matemáticas digan lo contrario: "Va a ser un partido que, si ganamos, nos vamos a acercar un poco más. Y si perdemos, pues ellos van a salir más reforzados. Quien más se la juega es el Cádiz. A nosotros nos dan por muertos, pero quiero que esa ansiedad la tenga el equipo rival. Hemos intentado quitar un poco la presión y que se dejen llevar. Estamos heridos de muerte y así somos más peligrosos".
March 27, 2024
La firma de El-Arabi
Retrocediendo en el tiempo, la firma de Youssef El-Arabi fue la clave de aquella permanencia del Granada. El delantero marroquí marcó un doblete en el 1-2 al Getafe en el debut de José Ramón Sandoval. Además, vio portería junto a Diego Mainz en el 2-0 al Córdoba. Y por si fuera poco, abrió la lata del 0-3 a la Real Sociedad en 13 minutos mágicos. El 2º fue obra de Róber Ibáñez y Rubén Rochina puso la guinda de oro con una obra de arte desde el centro del campo.
En el último baile, el Atlético de Madrid visitó los pies de Sierra Nevada y a los locales le valieron el empate sin goles con los resultados que se dieron. Finalmente, en el Nuevo Los Cármenes reinó la felicidad con los aficionados invadiendo el terreno de juego. Con Roberto Fernández sentado en el larguero y el resto de sus compañeros regalando camisetas, botas y hasta espinilleras a la marea rojiblanca. Reliquias que perdurarán en la memoria para siempre.
9 años después, la historia se repite. Con mayor margen de encuentros, pero no de puntos. El Granada se ve en la obligación de conquistar Cádiz si quiere soñar con la machada. José Ramón Sandoval se lanza en busca del agua bendita que ya bebió y disfrutó en el desenlace de la temporada 2014-15. La lucha por la supervivencia está servida y qué mejor vuelta a la normalidad después del parón internacional que un derbi andaluz entre la vida y la muerte.