Si alguien no ha visto este partido y ve el marcador, no se lo va a creer. Si vio hasta el minuto 92, tampoco. Pero los que aguantaron hasta el final del choque también se tienen que frotar los ojos.
Nadie es capaz de comprender lo que quiso hacer Sangaré para evitar un córner. Lo que era un balón fácil en la última jugada se convirtió en regalo para que Sierra Leona empatase el partido.
Y es que Serge Aurier tuvo que terminar de portero de Costa de Marfil, que perdió en los últimos instantes del partido precisamente a Sangaré, que se tuvo que marchar en camilla.
Llegaba una de las cenicientas de todo el campeonato dispuesto a dar otra sorpresa, después de empatar contra la vigente campeona en el debut, y vaya si la dio.
La potente delantera de Costa de Marfil fue mejor y tuvo más oportunidades para llevarse la victoria, pero esto se resume en ver quién es capaz de marcar más goles en la portería rival.
Perdonó Costa de Marfil desde el punto de penalti. Kessié, acostumbrado a meterlas, marró ante el gran paradón de Mohamed Kamara ante el lanzamiento de los once metros.
Pero si algo tiene Costa de Marfil es mucho gol, y Haller aprovechó la que tuvo para batir, con la puntera, a un cancerbero que hasta el momento había atrapado todo.
Sin embargo, Sierra Leona se encontró con un punto clave para apretar el grupo. Primero con el tanto de Musa Kamara pocos minutos después de comenzar la segunda mitad, con un disparo fuerte.
El gol de Pépé parecía decantar la balanza a favor de Costa de Marfil, más aún cuando llegaba una y otra vez al área de Kamara, clave en el punto conseguido.
Solo la desgracia para Costa de Marfil pudo hacer que Sierra Leona se encontrase un punto de la nada. Y es que el tremendo error de Sangaré le regaló el tanto a Alhaji Kamara para poner el 2-2.
El final del partido vio a Serge Aurier vestido de portero y a Sierra Leona, en la última jugada, en el área de Costa de Marfil en busca de una victoria que finalmente no llegó.