Empezó el partido muy mal para los de Rudi Garcia. Su peor cara salió a la luz en el peor momento posible. Porque Vetrih adelantaba al Domzale a los 12 minutos de partido, para horror marsellés.
El Olympique ni se encontró, ni fue superior en todo el partido a su rival, pero al final la superioridad hombre a hombre se impuso al sueño esloveno.
Eso sí, hizo falta que se llegase minuto 63 para que Sanson, a pase de Thauvin, igualase la contienda. No hubo más goles, y el Vélodrome dictará sentencia.
Eso sí, el Olympique tiene una doble ventaja. Una, la ligera por haber marcado en campo contrario. La segunda, la caldera que es su estadio en las grandes citas, que tratará de acongojar a un rival no dado a jugar en semejantes estadios.