Sin límites, sin techos. Fran Fernández se ha ganado el premio de pensar y ambicionar con el 'play off', del que siguen estando colocados cuatro puntos por debajo.
Cuatro victorias consecutivas, contando el partido suspendido ante el Reus, es el bagaje de los rojiblancos en las últimas semanas. La Romareda ha sido un broche de oro al trabajo.
Pero no fue fácil, ni mucho menos. El Zaragoza no hizo méritos para perder, pero los errores se pagan y los de Víctor Fernández han dado buena cuenta de ello este domingo.
Y es que el Almería exprime cada fallo rival al máximo. Y lo hace con su esquema habitual, el que tantas alegrías está dando a la hinchada almeriense. Fran Fernández volvió a repetir once, y le volvió a salir bien.
En los primeros minutos proliferó el intercambio de golpes. Álvaro Vázquez, partiendo desde la izquierda con Linares en punta, llevaba la mayor parte del peligro zaragozano en sus botas.
René se erigía en uno de los varios héroes visitantes y se colocó en multitud de ocasiones su capa para volar y evitar que el Zaragoza se adelantara en el electrónico.
El cuadro blanquillo apretó en las zonas de peligro con una presión intensa, acompañada de la magia de Alberto Soro, protagonista negativo al final del encuentro.
El Almería supo aguantar los golpes. Ha demostrado su clara mejoría en defensa, donde Saveljich y Juan Ibiza se han adueñado de las dos posiciones de central. René, además, seguía a lo suyo.
Tras el paso por vestuarios, el Almería se dio cuenta de que podía ir a por más, y fue. Primero, Juan Carlos estuvo cerca de hacer el gol de la jornada de tacón, aunque Cristian Álvarez lo evitó.
Olfato de '9'
Fue Álvaro Giménez el que abrió la lata. El ex del Alcorcón se tiró en plancha para enviar a gol un centro de Juan Carlos a balón parado. El Almería fue a más y, posiblemente, pecó de conformismo.
Los de Víctor Fernández andaban con la soga al cuello, pero tienen calidad, mucha calidad. Alberto Soro se internó en el área y le sirvió el gol en bandeja a Álvaro Vázquez. La Romareda estallaba de alegría.
Pero poco tardó el Almería en reaccionar. Lo haría desde un saque de esquina botado por Rocha. Saveljich se impuso a su par, Verdasca, con quien tuvo varias pugnas durante el partido, y puso en ventaja de nuevo a los visitantes.
El duelo terminó con una acción poco deportiva de Soro, que pecó de inexperiencia y golpeó a Rocha, lo cual le obligó a marcharse a vestuarios antes de tiempo. Triunfo celebrado por un Almería imparable y directo al estrellato.