Ya son 20 años de Joaquín. 20 años desde que comenzó un círculo histórico que ya se está cerrando. Joaquín comenzó su carrera oficial como jugador del Betis un 3 de septiembre y, actualmente y tras recorrer varios países, vuelve a estar en casa. Varias personas importantes en sus inicios recordaron en 'Marca' sus mejores momentos.
Benjamín Zarandona, por ejemplo, comentó una anécdota: "La impresión que dejó fue tremenda. El lateral izquierdo de ese día, que no recuerdo quién era, le dijo: 'Niño, vete a la otra banda, monstruo, que me estás hundiendo'. Me quedé con esa anécdota porque lo comentamos en el vestuario, la cara dura y el desborde que tenía ese chaval".
"Tenía pinta de ser un jugador extraordinario. Una cara dura jugando, un desborde... Qué bien llevaba la pelota pegada al pie. La semana anterior al debut estaba fino, fino, fino con el paso de los días de entrenamiento. Ahora, ¿20 años? Yo creo que ni él se lo imaginaba. Ha hecho una carrera brillante y espectacular", dijo además.
Jorge Otero, que también estaba por allí, dijo: "Recuerdo decirle en los partidillos: 'Joaquín, vete a la otra banda, anda querido...'. Y él, con la gracia que tiene, me respondía: 'Otero, es que si me quedo aquí me matas, pero si me voy a la otra banda, me mata Merino... ¿dónde me pongo?'. Pero era un chaval encantador, me alegra que siga ahí y que sea la referencia del Betis, marcando una época".
Y añadió: "Técnicamente era muy bueno, rápido, potente... Pero una característica que pasó algo más desapercibida es que físicamente era muy fuerte. Yo pensé que sería un jugador de selección, de batir registros, que iba a ser más importante incluso de lo que ya ha sido, que ya es mucho. Al principio era tímido, sabiendo su rol, pero se ganó al vestuario rápido".
Antonio Álvarez, clave en aquel Betis en el que crecía Joaquín, afirmó: "Era un rayo de explosividad y desparpajo, se le notaba el nerviosismo de querer hacerlo todo bien cuanto antes y contó con la confianza del entrenador, Fernando Vázquez, que vio las condiciones que tenía. Tengo una relación estrecha con él y nos vemos siempre que podemos con nuestras familias. Saber cuidarse, adecuar su alimentación y su forma de vida ha sido clave para que llegue hasta donde está".
Y Juan Merino, actual secretario técnico, estaba de acuerdo: "Ya desde pretemporada se veían sus condiciones. Tenía un físico privilegiado, delgado, espigado, alto y con un uno contra uno de mucho nivel. Sabíamos que debutaría con el primer equipo y que podía ser un jugador importante".
Luis Fernández, de los mejores laterales de la historia bética, siguió con el mismo tono: "Aparte de que era un niño, ya se veía que era un chaval diferente, con ganas de sacar su poderío y demostrar que nadie le iba a quitar el sueño de triunfar en el Betis. Creo que se ha ganado el respeto de todos y entrar en la historia del club por méritos propios. Es un grande como profesional y como persona".