El Fulham tuvo en las botas de Ivan Cavaleiro la jugada con más mala suerte del partido. El futbolista portugués tuvo la oportunidad de poner el 2-3 en el marcador desde el punto de penalti, pero falló.
Cavaleiro, en el minuto 68, cogió con responsabilidad el balón para intentar acercar al Fulham en el marcador. Pero el delantero tuvo la mala fortuna de resbalar justo antes de lanzar.
Ello propició que el lanzamiento del jugador se marchase por encima de la portería defendida por Pickford. Pero la acción no acabó ahí, y es que hubo una infracción de Cavaleiro.
El hecho de resbalarse hizo que el delantero portugués diese en dos ocasiones al balón, algo que está prohibido al lanzar una falta, por lo que finalmente hubo libre indirecto para el Everton.