El guardameta alemán, que saltó a la fama por haber ganado más títulos que partidos había jugado con el Bayern desde 2012, regresó hace unas semanas de su retirada a causa de la lesión de Neuer.
El propio Starke, que ahora trabaja como preparador de porteros en el club, se ofreció cuando el meta titular se lesionó para ser el segundo portero, el Bayern aceptó y, a causa de unas molestias de última hora en los aductores de Ulreich, el meta que venía jugando en las últimas jornadas, Starke tuvo que vestirse de corto.
Poco más de seis meses después (anunció su retirada en mayo), el guardameta volvió a sentir el cariño de su afición, que, pese a estar en feudo hostil (el campo del Frankfurt) le ovacionó por su increíble compromiso con el equipo. Sin duda, para quitarse el sombrero.