Tras una temporada en la que el CD Tenerife logró amarrar la permanencia con cierta holgura, la realidad para los isleños es que si pretenden luchar por cotas mayores en el futuro, será necesario hacer frente a una reestructuración importante en determinadas parcelas.
Una de ellas pasaría por los jugadores de banquillo, aquellos llamados a aportar frescura o revolucionar un partido cuando resulte necesario. La realidad para los 'chicharreros' es que, de los 45 partidos oficiales disputados, tan solo en diez consiguieron alterar el electrónico los sustitutos.
El último de ellos fue precisamente el ya ex futbolista Suso Santana, que entró en la segunda mitad del Tenerife-Oviedo y anotó de penalti, en un atractivo encuentro que terminó 2-2.
Lo cierto es que la temporada empezó de cara en este aspecto, pues en el primer partido, Jacobo González anotó el 2-0 definitivo ante el Málaga tan solo cinco minutos después de entrar al verde y en la jornada 5, Álex Bermejo hizo lo propio, consiguiendo la diana del triunfo ante el Rayo Vallecano.
No obstante, esta dinámica fue a menos y la clave ahora estará en encontrar el equilibro entre un once titular de garantías y una segunda línea que dé un rendimiento mayor.