El Espanyol no ha tenido la temporada que esperaba. El club ha tenido muchos problemas desde el inicio de la misma, pero un hombre se ha mantenido estoico ante todo.
Diego López ha sido la figura más representativa del club en este último año natural. De todos los partidos oficiales, solo se ha perdido cinco, cuatro de Copa del Rey y el último de la fase de grupos de la Europa League.
Sus número le sostienen como el jugador indispensable de la plantilla. Buena prueba de sus dotes es que los tres entrenadores que ha tenido durante el año han confiado en él ciegamente.
El guardameta gallego, que pasó un problemas físicos en 2018, regresó más fuerte que nunca y con las ganas de volver a asentarse bajo los palos. A sus 38 años, sigue siendo el sempiterno guardián de la portería 'perica'.