La 'era Pezzolano' arrancó en Valladolid. El Pucela plantó cara a un combatiente Mallorca. El partido fue intenso y ambos merecieron los tres puntos, pero hubo reparto de botín.
El Mallorca visitó Zorilla y, aunque comenzó mejor el equipo de Aguirre, con un incisivo Amath, fue el conjunto local quien pegó primero.
Hubo que esperar hasta el 33' para ver el primer gol del encuentro. Roque Mesa recuperó un balón que le hizo llegar a Lucas Rosa. Este le filtró el pase a Kike Pérez, y el '4' se sacó de la chistera un tanto para enmarcar.
Controló Kike Pérez, la colocó y, con una parábola imparable a media altura, batió a Rajkovic. Con ese 1-0 a favor del Valladolid se fue el partido al descanso.
Tras volver del túnel de vestuarios, Óscar Plano pudo hacer el segundo para el Pucela. Remató a bocajarro, en boca de gol, pero voló Rajkovic para sacarla fuera.
El Mallorca no bajó los brazos y, en el 53', encontró el premio. Maffeo le hizo llegar un balón a Muriqi y este, de cabeza, dejó el encuentro en tablas (1-1).
En cinco minutos, los de Aguirre se pusieron las pilas y le dieron la vuelta al marcador. En el 58', una falta sirvió de ayuda a los bermellones para cambiarle la cara al partido. Kang-In Lee disparó, pero fue a estrellarla contra la barrera. El rechace le cayó a Morlanes que, con la diestra, batió por segunda vez a Masip, obrando así la remontada.
Pezzolano optó entonces por un triple cambio. Dio entrada a Escudero, Iván Sánchez y Amallah por Óscar Plano, Roque Mesa y Rosa. Acertó de pleno.
Un minuto llevaba Amallah en el césped cuando anotó. Iván Sánchez le puso el centro y el recién salido del banquillo remató con la diestra para dejar en igualdad de condiciones el encuentro una vez más (2-2).
Los cambios fueron, sin duda, el mejor arma del nuevo técnico del Valladolid. En el 80' dio entrada a Monchu y, como pasó con Amallah, se le salió a las mil maravillas. En el 87', tras un gran balón de Kenedy con la zurda, cabeceó Monchu para hacer el 3-2.
Y, cuando parecía que los tres puntos iba a quedárselos el conjunto local, el VAR entró a escena. No vio en el 89' el colegiado una mano de Larin en el área tras un remate de Muriqi, pero sí las vieron en la sala VOR y le hicieron llamar. Tras ver las imágenes no tuvo dudas: era pena máxima. Muriqi se encargó de sellar el 3-3 definitivo desde los once metros.
Con este resultado, el Valladolid es 15º en la tabla con 29 puntos. El Mallorca, por su parte, es duodécimo clasificado con 34 unidades.