De la derrota en Salzburgo el Atleti puede sacar varias lecturas positivas. Ya saben, a mal tiempo, buena cara. Y una de ellas corresponde a la garra mostrada por Giuliano Simeone, el autor, durante unos segundos, del gol del empate.
Rozó la gloria, pero el VAR le privó del premio que es haber marcado su primer gol con el primer equipo, a las órdenes de su padre. Giuliano remató al fondo de las redes con un buen tiro cruzado lo que fue el 1-1 durante unos larguísimos segundos.
Segundos que mediaron entre la concesión del gol por parte del colegiado y su posterior anulación, a instancias del VAR, tras una revisión que a los 'colchoneros' se les hubo de hacer eterna.
La jugada fue un poco caótica, pero vista en frío no permite crítica a la decisión arbitral. En principio parecía que fue por mano, por lo que insistió la realización en ello, pero no.
La acción comenzó con una buena presión en el primer tercio de campo por parte de los atacantes rojiblancos. Varela propició el fallo del rival, Camello acudió a la presión y robó el balón.
Abrió para Giuliano y el mediano del clan Simeone remató al fondo de las redes con el ya citado tiro cruzado lo que fue, durante unos pocos, pero eternos, segundos, el 1-1.
July 29, 2021
Sin embargo, el VAR procedió a revisar la acción. Camello se había llevado la pelota a trompicones, con el pecho pero ayudándose de un brazo pegado al cuerpo. ¿Era mano?
Lo fuera o no, no importó en ese momento, porque la acción se anuló por otro motivo. Porque Sergio Camello, cuando arrancó a presionar la pérdida provocada por Varela, estaba en fuera de juego.
Había subido a apretar la circulación del balón del Salzburgo en el balcón del área y se quedó descolgado. Eso fue lo que señaló el colegiado, y no la mano, para anular el tanto de Giuliano Simeone. Le debe una, pero no por lo que todos creen.