Los rondos siempre distinguieron los entrenamientos del Barça; luego los fueron incorporando todos los clubes. Ahora son casi un experimento sociológico, una forma de medir la jerarquía del vestuario. Tras el episodio con Messi, llegó uno con Vidal.
Recordamos lo que había pasado con Leo: el argentino tenía que ir al centro tras perder un balón ante Sergi Roberto en pleno 'tuya-mía' con Setién. Sin embargo, cuando el técnico miró a su estrella, este se negó y le hizo un gesto para que él ocupara su sitio. Todo entre risas, pero Setién 'obedeció'.
Sin embargo, en otro rondo, esta vez con Arturo Vidal como protagonista, la reacción fue bien diferente. El centrocampista chileno le intentó tirar un caño. Aunque siempre todo en todo no de broma, en esta ocasión el entrenador de los azulgranas no se quedó quieto; todo lo contrario.
Quique Setién se fue a por Vidal y lo cogió del cuello entre las risas de ambos y de los que presenciabana la escena. Dicen que las buenas bromas llevan una parte de verdad. Y de las producidas en el rondo parece quedar clara la jerarquía en el vestuario del Barça.
Lo que sí se tendría que tomar en serio el internacional chileno es el mensaje que su entrenador le mandó en la rueda de prensa previa al choque contra el Granada.