Antes de que Marcos Rojo conectase el savador remate, el país estaba a un paso del llanto colectivo. La pasión por la pelota aumenta hasta niveles insospechados en cuanto esta se tiñe de blanco y celeste, ya sea para lo bueno o para lo no tan bueno.
Leo Messi, en especial, y el grupo, en general, tuvieron que sorportar un aluvión de críticas en la fase de grupos. Algunas fundadas, ya que el equipo no dio una buena imagen, y otras menos justificadas y algo más lejanas de lo meramente futbolístico.
La bola se rompió antes de hacerse temiblemente enorme gracias al tanto de Rojo. Cuatro minutos restaban para el final y la desesperación dijo, de momento, un "hasta luego" a los argentinos. De nuevo una buena noticia de la 'Albiceleste' tenía como protagonista al 86, un número ya conocido por la hinchada.
Y es que aquel año, el fútbol le dio una de las mayores alegrías a su país que se recuerden. El Mundial de México se presentó como una reválida para un combinado que no cumplió las expectativas en España'82, tras haber ganado la anterior edición (1978), celebrada en casa.
En tierras 'aztecas' se dieron tres de las jugadas que sólo algún necio sería capaz de borrar de la memoria del fútbol argentino. Diego Armando Maradona, en cuartos ante Inglaterra, fue protagonista en dos de ellas.
Primero, anotó un gol de pillo con la mano, una jugada que es conocida a nivel mundial como 'la Mano de Dios'. Minutos más tarde, firmó el antológico tanto en el que dejó a seis rivales por el camino, diana que fue bautizada como el 'Gol del Siglo'.
La tercera tuvo como salvador a Jorge Burruchaga. Este otorgó el título a la 'Albiceleste' en la final, anotando el definitivo 3-2 ante Alemania en la final. Se quedó a segundos de sumar otro 86 a la lista, ya que batió al meta europeo en el minuto 85, dando así una Copa del Mundo que, hasta la fecha, es el último gran triunfo de la Selección Argentina.