Germán Burgos sigue a la espera de un proyecto con el que iniciar su carrera como primer entrenador. En verano abandonó el Atlético de Madrid tras casi una década acompañando al Cholo Simeone, con el que no quiso aclarar su relación actual.
Todo, a raiz de un mensaje del Mono a Simeone hace meses que el técnico rojiblanco no contestó. "Entonces, ¿no estás en contacto con él?", le preguntó el periodista en una entrevista para 'Infobae', y el ex portero fue críptico: "No lo sé, eso te lo dejo a tu libre albedrío".
"Ya no voy a decir más nada, solamente le deseo lo mejor", agregó. Pero al margen, el Mono fue claro al hablar del Atlético de Madrid: "Yo quiero lo mejor para ellos, saben que voy a apoyarlos a muerte. Estoy feliz con este presente, y ojalá que les vaya muy bien".
Sobre la Liga, cree que no hay nada decidido: "Falta mucho todavía por jugar. Claro, enfrente está el Real Madrid y ahí está la genética de la que hablaba, que ya está instalada. Ellos van a pelear por más que hayan perdido algunos partidos, los tipos van, van. No te puedes descuidar y en cualquier momento te meten seis. Van a pelear porque están acostumbrados".
Respecto a su carrera como entrenador, Germán Burgos explica que en verano tuvo ofertas, pero las rechazó porque debía estar en Lisboa: "Lo que pasó fue que al optar por seguir en el Atlético de Madrid para terminar la Champions, ocupé el espacio de las habituales pretemporadas. Yo sabía que esto podía pasar y tenía preparado qué iba a hacer en el mientras tanto. Si bien tuve contactos con equipos que me decían que saliera del Atlético para que comenzara a trabajar, era imposible".
"Hablé con dirigentes que me decían 'habla con Miguel Ángel (Gil Marín, el dueño del club)'. Yo decía 'no, ya está hablado que me tengo que quedar'. Porque no podía hacerle algo feo al club que es mi casa. En la historia del fútbol nunca vi a un entrenador que lo despidan de la manera que me despidieron a mí", continuó.
"La única opción que yo les daba era difícil: que nos desmembráramos y que empezara a trabajar parte de mi cuerpo técnico y luego yo me incorporaba tras la Champions de Lisboa. Pero no se dio porque esos clubes querían contar con el primer entrenador desde el minuto cero. Lo cual me parece bien. Entonces, ante esa elección, yo sabía que al menos en España esto me iba a pasar", repasó.
Por último, habló de sus referentes: "Yo tengo cuatro paladines en los que resumo lo mejor que he captado de ellos. Los cuatro son Marcelo Bielsa, Luis Aragonés, Carlos Griguol y Américo Gallego. Ellos hacen lo máximo de un entrenador. Pero después lo que sos es a través de los jugadores, porque vos podés (puedes) tener muchas ideas, muchas cosas, pero después para llevarlas a cabo tenés (tienes) que adaptarte a lo que es el club, a lo que quiere el club. El entrenador además no se puede aferrar a un sistema, vos te tenés (tienes) que ampliar, no te podés (puedes) cerrar”