Así da gusto comenzar una gran cita como la esta. Era un partido difícil y en campo hostil, contra la organizadora. Pero el equipo de Luis de la Fuente quiso dejar claro desde pronto que no tenía miedo. Y a los nueve minutos quedó claro.
Dani Ceballos recibió la bola en la frontal del área. Sin dudarlo, entre ceja y ceja se grabó disparar. Tras acomodarse suavemente la bola y así quitarse la pantalla de un defensor transalpino, conectó un golpeo sublime.
De interior, con rosca y fuerte, el balón fue buscando la escuadra contraria merced a una parábola sutil. La bola se coló llena de belleza y el madridista, obviamente, lo celebró a lo grande.
El tanto, además de una maravillosa tarjeta de presentación, dejó claras las intenciones de España de ir a por todas ante la anfitriona y dar un puñetazo sobre la mesa en el primer encuentro de la gran cita.
16 de junio de 2019