El coronavirus ha golpeado fuerte y lo ha hecho en todos los ámbitos del fútbol. Ha destrozado económicamente a los clubes y ha afectado incluso a jugadores que tenían sus esperanzas puestas en una cesión y ahora no saben qué pasara.
Es el caso de un Álvaro Odriozola que apostó fuerte en el mercado invernal por el Bayern de Múnich y a quien las cosas no le habían ido demasiado bien antes del frenazo al fútbol.
El lateral del Real Madrid no sabe ahora si podrá aprovechar el préstamo para tratar de convencer al equipo blanco de cara al futuro de que es una opción muy válida o no.
"El fútbol está ahora mismo en un segundo, tercer o cuarto plano, o más lejos quizás", comenzó en 'Marca'. "Me preocupa absolutamente todo. Ha llegado un virus y ha paralizado el mundo entero", insistió.
Enseguida, Odriozola analizó sus meses en un "club legendario" como el Bayern: "Cualquier etapa necesita su tiempo de adaptación y las salidas en el mes de enero todos sabemos que no son fáciles. En el Bayern, al igual que sucede en el Real Madrid, la competencia es extrema. Justo cuando aterricé, el Bayern ganó dos partidos ante rivales de entidad y marcó ocho goles. Si se reanuda la competición, me lo tomo como un desafío".
El internacional español explicó su marcha del Real Madrid. "La primera persona que quise que lo supiera fue Zidane. Hablé mucho con él. No quería que yo saliera, pero lo entendió perfectamente. Por eso, tengo que agradecerle que pensara más en mí que en él".
Y reconoció que siente su confianza y cariño de cara al futuro. "Siento mucho la confianza de Zidane y no tengo duda de que mi momento llegará. Tengo que pensar en el Bayern hasta final de temporada. Cuando finalice, tendré una conversación con Zidane para saber qué piensa de mí pero, insisto, siento mucho su cariño y respeto", concluyó Odriozola, quien solo pudo jugar dos partidos con el Bayern, y apenas 70 minutos de juego, antes del fin de la competición por el COVID-19.