Símbolo del madridismo, soldado de Mourinho y azote de Piqué

A Arbeloa siempre le ha acompañado la sospecha y la duda por su aparente limitada técnica. Su historial habla por sí solo: titular con Rafa Benítez en el Liverpool y José Mourinho en el Madird, campeón de Champions en dos ocasiones, dos Euros, un Mundial, comodín y oficioso capitán blanco.
Si bien en aficiones adversarias y algunos ámbitos mediáticos Arbeloa no tuvo ningún predicamento, el defensa fue mucho más que el descalificador 'cono' le ha acompañado en forma de apodo lo largo su carrera, especialmente desde su regreso al Real Madrid: fue un animal competitivo, un defensa versátil y un escudo para sus compañeros, entrenadores y clubes.
Hay un par de capítulos que definen al mejor Arbeloa: los octavos de Champions entre Liverpool y Barça en 2007. Su marcaje a Leo Messi fue impecable. El argentino no olió la pelota y los 'reds' acabaron echando a los azulgrana. Lo vio claro Benítez, que se lo llevó a Anfield pocos meses después de debutar en Primera con el Deportivo.
Arbeloa logró convertirse en una especie de antítesis de Iker Casillas, con quien mantuvo una tensa relación por el trato que éste y Mourinho. El salmantino se alineó desde el minuto uno con el luso y fue abanderado del llamado 'mourinhismo'. "Señorío es morir en el campo", es la leyenda que resume este tipo de filosofía asumida por multitud de aficionados blancos.
Arbeloa llegó al Madrid con 12 años y, más allá de sus habilidades con el balón, su forma de entender el madridismo, su empuje y su corazón le convirtieron en un símbolo para el público del Bernabéu. "Los futbolistas estamos siempre en deuda con el Madrid. Me hace gracia cuando oigo a ex futbolistas quejarse: "Con todo lo que hemos hecho por el Madrid y ahora tal". Perdona. Es el Madrid el que ha hecho mucho por ti. Por mucho que tú hayas hecho por el club, es siempre superior lo que el club ha hecho por ti. Eso seguro", afirmó en 'La Galerna' poco antes de marcharse. Este compendio de frases resume lo que es Arbeloa conceptualmente.
Extensión de Mourinho en el campo (del que dijo hace pocas semanas: "The Special One, le pese a quien le pese"), se configuró como una especie de enemigo del FC Barcelona y sus valores. De ahí sus enfrentamientos con Gerard Piqué. El catalán no tuvo reparo en llamarle "cono" en una zona mixta. "Yo podría explicar al mundo por qué no soy su amigo. Quizá él no quedaría en muy buen lugar, pero también es verdad que conozco a su familia, y el respeto que él no tiene a mi familia se lo tengo yo a la suya", contestó Arbeloa.
A sus 34 años, Arbeloa dice adiós al fútbol. "El Madrid es el club de mi vida, pero nunca llamaré para pedir, sino para ofrecer", asegura. No cuesta pensar en otro regreso al Bernabéu de un ya ex futbolista que nunca dejó indiferente a nadie.