Destapado en la cantera valencianista, Ferran Torres es ahora una de las mayores promesas del fútbol español. Su buen hacer en el conjunto 'che' le ha valido, a falta de que se confirme, un traspaso más que ilusionante al Manchester City.
Pero el extremo es un chico cercano, y así lo dejó claro en su charla con el periodista Guillem Balagué. Solo hay que analizar la historia que con su hermana, con la que está muy unido.
"Los dos llevamos un tatuaje de un ancla en el tobillo con la inscripción 'I refuse to sink', algo así como 'me niego a hundirme'. Nos lo hicimos porque, aunque hemos pasado por momentos difíciles juntos, siempre hemos sido capaces de salir adelante", subrayó.
Un poco más adentro de su lado deportivo, Ferran dejó claro que él se siente mucho más cómodo pegado a una banda, donde puede explotar sus facultades para desbordar.
"Quizá mi mejor posición actualmente sea la banda, pero a medida que me vaya haciendo mayor, con los años quizá pierda esa velocidad y explosividad que me caracteriza. Puede que termine jugando en el centro, ya que lo he hecho en el pasado", cerró.