La igualdad ha llegado a la máxima competición del fútbol chino y 11 de los 16 clubes están a sólo ocho puntos de diferencia de los líderes, el Shanghai SIPG y el Shandong Luneng Taishan, quienes conviven en la cabeza, con el Beijing Guoang en tercer lugar, a sólo un punto.
"Los grandes equipos siguen estando arriba pero parece que hay menos diferencia entre los otros. Cualquiera le puede ganar a cualquiera. Ahora mismo, los de arriba tendrían que llevar seis o siete puntos más que los demás y no está pasando eso", cuenta a Efe el español Luis García Plaza, técnico del Beijing Renhe.
Este pasado fin de semana, ese club logró una importante victoria contra el Guangzhou Evergrande, tras una terrorífica semana para el club de Fabio Cannavaro, con la eliminación de la Copa y de la Champions de Asia.
De hecho, el futuro del italiano pende de un hilo tras seis encuentros sin ganar y un quinto lugar en la clasificación, una posición discreta para un club que ha ganado los siete anteriores torneos de Liga y dos Champions de Asia (2013 y 2015) y que perdió a Paulinho, uno de sus principales baluartes, hace un año.
En la mitad de la temporada, la Superliga parará ahora casi dos meses por el Mundial de Rusia, un tiempo en el que, según ha anunciado el presidente del Evergrande, Xu Jiayin, habrá una profunda reestructuración del equipo que podría afectar al ex jugador del Real Madrid.
En opinión del futbolista colombiano Fredy Guarín, el Guangzhou "no está al nivel que ha estado en las últimas temporadas" ya que "los equipos se van conociendo mejor". "Sabemos cómo juega, el que lo analiza bien puede tener un buen resultado contra esa clase de equipos", dijo a Efe.
El colombiano es uno de los internacionales del Shanghái Shenhua (séptimo, a solo seis puntos de la cabeza) y está viendo que esta temporada, su segunda en el club chino, "hay muchas posibilidades" y "el campeonato está muy apretado", por lo que "todo va a ser una lucha hasta el final".
En opinión de García Plaza, el problema del Evergrande es la falta de hambre tras tantas victorias. "Es un equipo que ha ganado tanto que cada año tiene que reinventarse para conseguir ese hambre (...) pero ahora con las vacaciones tienen tiempo de reaccionar y recuperarse".
En opinión del entrenador español, la igualdad en la competición no tiene sólo que ver con que el eterno ganador está en horas bajas sino que lo más importante es que "ha mejorado el trabajo de los otros equipos".
"Los equipos más pequeños están sacando el fruto del trabajo hecho durante años. Han ido mejorando poquito a poco, con la incorporación de jugadores y técnicos extranjeros y también con la mejoría de los jugadores chinos y creemos que es una liga bastante más igualada tanto por arriba como por abajo", apunta.
El único club descolgado, recuerda, es el Guizhou Hengfeng de su compatriota Gregorio Manzano, que acumula una victoria, un empate y nueve derrotas.
Su club, el Beijing Renhe, está noveno, a ocho puntos de la cabeza y a tres de los equipos que hoy descenderían matemáticamente. "Incluso para salvarse va a ser más difícil", apuntó el técnico de este club que ha subido este año a primera.
En opinión de García Plaza, la igualdad en el fútbol chino es además positiva para atraer a la afición dentro de esa especie de "objetivo nacional" que en los últimos años está llevando a cabo el Gobierno chino.
Subvenciones para la apertura de centenares de escuelas de fútbol, el fútbol como deporte escolar... todo para conseguir que China en unos años logre ser potencia mundial también en este deporte.
"La gente tiene ganas de que el fútbol vaya creciendo. Va a tardar tiempo, veinte o veinticinco años, pero se están invirtiendo en tantos sitios y en tantas cosas que al final tiene que ir a más. Esta liga tiene mucho futuro", agrega.
Así, puesto que en China "cada ciudad podría ser un país, por número de habitantes", entonces "es importante que cada ciudad tenga equipos cada vez más competitivos para que arrastren a los seguidores".