Arrancó con mucho ímpetu el conjunto de Anquela, intentando imprimirle una presión angustiante a los de Gerard López, sobrepasados en todas las línas desde el inicio.
Sin embargo, el filial azulgrana fue deshaciéndose del dominio local y, en base a la posesión, fue imponiendo su juego en el Carlos Tartiere con el pase de los minutos.
Apenas se había alcanzado el ecuador del primer tiempo, cuando Alfonso Herrero exhibió sus reflejos para enviar a córner el misil de Cardona, que empalmó un centro de primeras.
Intentó replicar el Barça B, pero a Nahuel se le salió la cadena en el arranque de un contragolpe prometedor, que había pillado desdibujada a la zaga asturiana.
Antes del descanso, el colegiado anuló un gol a Toché por fuera de juego, encendiendo a Anquela y a las gradas del Tartiere, discutiendo la posición de Cucurella para habilitar al delantero carbayón.
Minutos después, por protestar una tarjeta amarilla a Forlín, el árbitro expulsó al técnico local, desquiciado por las decisiones que habían perjudicado a los suyos antes de enfilar los vestuarios.
El segundo tiempo comenzó como el primero, intentando dominar el Oviedo, abalanzándose sobre la portería de Ortolà con vehemencia, sin darle tregua a los azulgranas.
Por desgracia para la parroquia local, el carrusel asturiano no vio portería, a pesar de los regalos del Barcelona B, empeñado en deshacer el empate en una u otra área.