El 'Indiecito' ha cambiado las caras tristes del Real Madrid, contagiando la sonrisa de su cara, al menos, en los periodistas. Con un discurso alegre que recordaba al de Zidane, Solari abordó su segunda rueda de prensa al frente del primer equipo.
Merced al paso de los minutos y sus alabanzas a Vinicius, el técnico argentino fue perdiento altura. La silla fue fallando al entrenador blanco, que aguantó lo que pudo hasta que el micrófono le quedó demasiado lejos para responder.
Lejos de ruborizarse, Solari bromeó con los periodistas y el jefe de prensa del club salió en su ayuda, cambiándole la silla -curioso- a quien acaba de cambiar su sillón en el Real Madrid.
El buen ambiente reinó en la sala de prensa, donde el argentino quiso enviar un mensaje de optimismo a sus aficionados de cara al duelo ante el Valladolid.
2 de noviembre de 2018