Solo cuatro campeones de la Eurocopa no terminaron invictos

Italia puede ganar su segunda Eurocopa e Inglaterra tiene la oportunidad de estrenar su vitrina de la sección este fin de semana en Wembley. Los dos han mostrado solidez en muchos tramos del torneo y, gane uno u otro, esta edición contará con un campeón invicto. Una característica que sí suelen tener las selecciones que levantan el título a nivel de selecciones en el Viejo Continente. Es lo más común.
Sin embargo, BeSoccer Pro incide en los casos más curiosos: aquellos campeones que ganaron la Eurocopa pero perdieron un partido a lo largo de la competición. Esos que se repusieron a un golpe en la fase de grupos para terminar celebrando el trofeo.
Un dato que también debe ponerse en contexto. A lo largo de la historia, el formato de la Euro ha recibido varias modificaciones. Desde su creación en 1960 hasta 1976 se decidió el campeón en dos partidos (semifinal y final) salvo en 1968. En todas esas ocasiones, el campeón terminó invicto.
Se apreció ya un cambio notable a partir de 1980, cuando se dio entrada a una fase de grupos, semifinales y final. Con ello, Alemania salió campeona con tres victorias y un empate en su casillero. Fue cuatro años después, en 1984, cuando se amplió el formato también con unos cuartos de final (cinco partidos).
Y Francia apenas lo notó. Hizo un pleno, el único en un formato de al menos cuatro partidos en la historia de la Eurocopa. Cinco choques, cinco triunfos para abrir un paréntesis entre esos campeones invictos en el historial.
En 1988, el éxito le llegó a Países Bajos, pero con asterisco. En una generación dorada con los Van Basten, Gullit o Koeman, la 'Oranje' se impuso en la final a la URSS y cerró su balance en el torneo con cuatro victorias y una derrota, curiosamente también ante la URSS, pero en fase de grupos.
En la siguiente edición, la de 1992, Dinamarca fue campeona con un traspies (dos triunfos, dos empates y una derrota) en el segundo duelo de grupos. De hecho, se plantó en la jornada decisiva con solo un punto después de dos partidos. Logró darle la vuelta a su situación para reponerse después de las eliminatorias.
Alemania devolvió en 1996 ese aura de campeón al torneo al terminar sin tropiezos el campeonato con cuatro triunfos y dos empates. Un logro que precedió de nuevo a las otras dos selecciones que copan esa curiosidad de tener una estrella del Viejo Continente pese a perder un partido.
Francia se quedó al borde de otra Eurocopa perfecta en el 2000 de no ser por su caída en el tercer choque de grupos ante Países Bajos (5-0-1). Con un empate más y una victoria menos terminó Grecia como campeona en 2004 en una de las ediciones más sorprendentes de la historia.
Ese asterisco heleno fue el último que ha vivido la competición. Desde entonces, no se ha visto a un campeón perder un partido en esa misma competición. España salió invicta en 2008 y 2012, al igual que Portugal en su éxito de 2016.