Ganar o esperar un milagro. Así se presentaba el duelo en el Pascual Guerrero para un América de Cali que tenía frente a sí a un Internacional que, si se llevaba el triunfo, sellaba su pasaporte a la siguiente fase. Mucho que ganar para ambos.
Pese a ello, la primera parte del encuentro transcurrió sin que ninguno de los dos equipos buscase realmente una victoria que, para sus intereses, resultaba prácticamente definitiva.
Internacional asumió de inicio el protagonismo en un comienzo trabado y plagado de faltas. 'La Mecha' buscaba robar y salir con velocidad, pero solo pudo hacerlo en un par de ocasiones.
Por su parte, al conjunto de Porto Alegre le faltaba colmillo y su dominio en la posesión resultaba estéril en lo que a oportunidades de gol se refiere, con Graterol siendo un mero espectador del choque.
Con la lluvia arreciando desde el minuto 30, el 0-0 con el que el encuentro se marchó al descanso en el Pascual Guerrero fue inevitable. Quedaba todo en juego para los siguientes 45 minutos.
En la segunda parte, el inicio fue bastante similar, con numerosas interrupciones que jugaban a favor de Internacional, pero pronto la necesidad acabó imponiéndose en el dominio.
El América de Cali asumió la responsabilidad y buscó a través del control del esférico un triunfo que se puso muy de cara tras una infantil expulsión de Leandro Fernández que dejó con un hombre menos al cuadro de Porto Alegre.
Con uno más sobre el césped, 'La Mecha' dio definitivamente un paso adelante, pero el mismo seguía sin traducirse en ocasiones por la falta de ideas en zona de tres cuartos del cuadro colombiano.
Solo Adrián Ramos, de cabeza y a la salida de una falta, inquietó a un Lomba que, eso sí, vio peligrar su portería a cero con un remate de Moreno en los últimos 15 minutos. Solo el desvío de Moledo evitó el 1-0.
Los últimos diez minutos fueron un quiero y no puedo en los que Inter tiró de juego subterráneo para sellar un definitivo 0-0 que deja al equipo de Porto Alegre a un solo punto de los octavos de final y al América a la espera de un milagro en la última jornada.