El Tottenham estará en los octavos de final de la FA Cup tras llevarse el 'Replay' ante el Southampton en un partido que otra vez marcó la polémica. Y es que incluso con VAR, los 'spurs' se aprovecharon de un evidente piscinazo de Heung-min Son para alcanzar la siguiente ronda.
Resulta irónico después de una semana donde Mourinho criticó el 'show' del VAR ante el City, pero así se dio. Salía Gunn a tapar un mano a mano al coreano y este, con la sombra de los penaltis acechando, buscó el suelo y el colegiado pico, pero resulta incomprensible la inacción del videoarbitraje.
Entretanto, en el 88', Son convertía pegadita al palo una pena máxima que ponía el final definitivo antes de los 90 minutos una eliminatoria que venía del 1-1 de mitades de enero. Entonces fue el coreano quien abrió el marcador y los 'saints' los que forzaron la repetición.
Antes de todo ello, lo cierto es que el Southampton fue netamente superior. El equipo de Ralph Hasenhuttl las tuvo de todos los colores ante un Tottenham desdibujado que durante 75 minutos se vio prácticamente a merced de su rival.
Hugo Lloris fue protagonista indudable para los 'spurs', que sin embargo se adelantarían cuando el francés ya había sacado dos clarísimas. Ndombele, con fortuna, conectó a los 12 minutos un disparo desde la frontal que tocó en Stephen y dejó a Gunn sin respuesta.
Los 'saints' continuarían con su presión, Ings estrelló un balón en el larguero y el gol visitante cayó de maduro. Sería Shane Long quien pusiera las tablas del 25 de enero tras aprovechar un rechace del guardameta del Tottenham.
En la segunda mitad, el guión sería el mismo. Ocasiones y más ocasiones que acabaron en el golazo de Danny Ings, un disparo pegadito al palo largo tras conducción, en el 73'. Sin embargo, el tanto reactivó a los 'spurs' en vez de reforzar al Southampton.
Así fue cómo el Tottenham, ayudado también por el buen tino de Mourinho en los cambios (entraron Dele Alli y Gedson Fernandes) y sus ajustes, se hizo con el control del encuentro por primera vez... hasta encontrar a Son.
La acción del coreano no hace más que alimentar el ambiente de crispación con un videoarbitraje existente en esta ronda (el martes actuó en el encuentro del Liverpool) pero desaparecido en el Tottenham Stadium. Ni se revisó una pena máxima que deja con la cara partida al Southampton y mete a los de Mou en octavos de final.