La 'Mannschaft' gobierna con puño de hierro el fútbol internacional. Más allá del éxito que históricamente ha rodeado a Alemania (no en vano, tiene cuatro Mundiales, sólo superada por Brasil, con cinco), la selección germana está firmando un ciclo triunfal en los últimos tres años.
Alemania ganó el Mundial 2014, fue semifinalista de la Eurocopa de Francia cayendo ante la anfitriona, fue finalista en los Juegos Olímpicos en 2016, se alzó con el trofeo del Europeo Sub 21 este mismo viernes y jugará contra Chile la final de la Confederaciones. Todo un logro. Y la factoría alemana no para producir talentos.
Quizá sea eso la mejor noticia para el fútbol alemán: las generaciones que vienen. La 'Mannschaft' ha levantado el título de la Euro Sub 21 sin ocho futbolistas seleccionables que se encuentran en Rusia disputando la Confederaciones. Juventud al poder. Pese a que Stefan Kuntz no pudo contar con Emre Can (Liverpool) o Kimmich (Bayern), Alemania se proclamó campeona con total justicia ante joyas como Asensio, Saúl o Ceballos.
Hay un secreto para este renacer el fútbol alemán: tras los fracasos en la Euro 2004 y el Mundial 2006 (celebrado en Alemania), la DFB diseñó un plan a corto y largo plazo: obligó a los clubes a destinar parte de sus presupuestos al fútbol base y captó algunas ideas de la metodología que siguen en las federaciones española y francesa, cuyas victorias en las inferiores son frecuentes.
Hasta este viernes, Alemania sólo tenía una victoria a nivel Sub 21, una Sub 21 de la que formaban parte Neuer, Boateng, Hummels, Özil o Khedira. Otra clave del éxito: Alemania ha sabido regenerarse y darle salida a muchos de las perlas que venían llamando a la puerta.
En este sentido, la mano de Joachim Löw ha sido clave. Alemania ha alcanzado la final de la Confederaciones con una selección B que se ha apoyado en los talentos Sub 21 y en otros jugadores menos habituales pero de relevancia en la Bundesliga. Del Mundial 2014, sólo repitieron Ginter, Mustafi y Drexler, que, a sus 23 años, se ha erigido en la referencia.
Y por si fuera poco, el fútbol que exhibe Alemania es más que reconocible: juego rápido, vertical, ofensivo y eficaz sin huir del toque ni la combinación. El estilo alemán triunfa y los resultados están a la vista.
"Queremos preparar el Mundial de Rusia 2018, por eso nos tomamos la Confederaciones como un calentamiento para el año que viene", afirmó Löw hace pocos días. El seleccionador tendrá que quebrarse bien la cabeza para elaborar esa lista. 'Bendito' problema para Alemania.
"El fútbol es un juego simple: 22 hombres corren detrás de un balón durante 90 minutos y al final los alemanes siempre ganan", dijo Gary Lineker en los 90. La historia se repite...