Es muy osado decir que la derrota en Madrid ante el Atlético ha minado la moral del Liverpool, pero los últimos resultados de los 'reds' permiten al menos insinuarlo. Su último tropiezo ha sido un golpe durísimo, la eliminación de la FA Cup a manos del Chelsea, sin siquiera plantar cara al rival.
El calvario que siguió a la derrota en el Metropolitano comenzó con la victoria sufrida ante el West Ham, continuó con la primera derrota del curso en la Premier ante el Watford y se ha cerrado este martes, con la eliminación en Stamford Bridge de la FA Cup.
El histórico torneo copero inglés se ha cobrado una nueva víctima. El Chelsea ha eliminado al Liverpool, sin dar opción apenas a los 'reds'. El Chelsea ahogó al Liverpool con su planteamiento y maximizó los errores del rival para plantarse en cuartos.
El partido comenzó a jugarse a un ritmo muy alto, pero carente de toda precisión. Los ataques de uno recibían inmediatamente la respuesta del otro, pero poco a poco el Chelsea empezó a merodear con más decisión el área de Adrián.
De sus acercamientos peligrosos previos al 1-0 el más notable fue un disparo de Willian al que Adrián respondió con un soberbio paradón, para acto seguido regalar el primer gol a su rival.
Adrián quedó señalado por el gol, pero la acción fue un desastre coral de sus compañeros, pues el Liverpool se empeñó en salir con el balón jugado desde atrás y la presión 'blue' acabó con un peligrosísimo robo en la frontal.
Acabó recibiendo Willian, y en esta ocasión la jugada, pese a contar con los mismos protagonistas, tuvo un desenlace completamente diferente, porque el disparo del brasileño pegó en un Adrián que no puso bien el cuerpo para blocar el tiro y concedió el 1-0.
Era el minuto 13 y el Liverpool ya empezaba a temer que lo de Vicarage Road se fuese a repetir en Stamford Bridge.
Pese a todo, los 'reds' dispusieron de ocasiones para arreglar el problema, pero su once, para nada titular, no estuvo a la altura. Mané no logró entenderse en todo el partido con Origi y Minamino, y cuando Klopp metió a la caballería ya era demasiado tarde.
Aún así, en el 20' Kepa demostró a Lampard por qué costó 80 millones, con una triple parada sensacional. El Liverpool había rozado el empate en esa acción, y nunca más volvería a estar tan cerca en todo el partido.
Porque los 'reds', aunque tuvieron buenos y malos momentos, se desconectaban al pisar el área rival. Kepa sufrió lo justo, y la zaga 'blue' fue un muro que no concedió apenas ocasiones de gol.
Lo peor para el Chelsea fueron las lesiones de Kovacic y Willian, el croata al filo del descanso y el brasileño mediado el segundo tiempo.
La falta de claridad del Liverpool continuó tras el descanso, y se agravó en torno a la hora de juego, cuando directamente el equipo entró en barrena. El Chelsea empezó a merodear el segundo (con los libres directos concedidos por Lallana y Fabinho, este estrellado en el larguero por Mount), y lo encontró con un error del joven Curtis Jones en el 64'.
Pedro se la quitó. Barkley corrió a por el balón y cabalgó media cancha hasta plantarse en la frontal del área, desde donde chutó con dureza para hacer el 2-0 que dejaba el partido prácticamente decidido.
El gol mandó al Liverpool a la lona, y a punto estuvo Pedro de ajusticiarle inmediatamente después, con un nuevo contragolpe previo error del Liverpool. Pero en esta ocasión Adrián salió al punto de penalti, cerró espacios y tapó el tiro entre sus piernas que intentó el canario.
Klopp metió a Firmino y Milner, pero los cambios no funcionaron. El partido seguía espeso. El fútbol del alemán no fluía. Y, para colmo, el Chelsea seguía con sus opciones a la contra.
En el 74' fue Giroud el que se topó con la madera, al dejarle jugar la defensa rival por creer que el francés estaba en fuera de juego. Giroud pisó área y, ante la torpe molestia de Joe Gomez, remató solo para ver cómo Adrián volvía a meter una mano salvadora que hacía el esférico se estrellase en el travesaño.
A diez del final Klopp metió a Salah. Ya estaban los tres tenores sobre el césped, pero con el Chelsea ya replegado por completo nada pudieron hacer.
La herida que sufrió el Liverpool en Madrid sigue abierta y comienza a supurar. Por su parte, el Chelsea ya está en cuartos de final de la FA Cup.