La igualdad reinó entre Holanda e Inglaterra durante gran parte del encuentro disputado en Guimaraes. Los 'Three Lions' se siguieron mostrando fieles a su estilo de juego y salieron muy replegados.
El conjunto holandés se hizo con el dominio del balón desde el primer minuto, mientras que el combinado inglés tiró de paciencia y esperó de forma ordenada poder salir al contragolpe.
Con Sterling y Jadon Sancho en las bandas, Inglaterra contaba con una velocidad endiablada que puso en jaque a la defensa de Holanda en más de una ocasión.
De hecho, la primera ocasión clara llegó por medio de Chilwell, aunque su centro no pudo ser rematado por Sterling. Los 'oranje' intentaron imponer mano dura, pero les faltaba claridad en los metros finales.
Ni Depay ni Babel fueron capaces de anotar en sus oportunidades. Al final, fue Inglaterra la que consiguió ponerse por delante. Sterling se fue por velocidad y a De Ligt no le quedó otra que derribarle dentro del área.
El central holandés vio la tarjeta amarilla. Marcus Rashford tomó la responsabilidad de lanzamiento y no falló. A pesar de todo, el gol no cambió el planteamiento de ningún equipo y el propio De Ligt, tuvo el empate a la salida de un córner pero no vio puerta.
Lo que De Ligt te quita, De Ligt te da
La segunda parte llegó con le ingreso al terreno de juego de Harry Kane, aunque no participó mucho en el juego. Cillessen se tuvo que esforzar por partida doble en los primeros compases de la segunda mitad.
El arquero del Barcelona se revalorizó con dos buenas paradas a Sterling. Poco a poco Holanda fue recuperando el dominio del cuero y de las ocasiones, mientras que Inglaterra volvió a replegarse.
Tras unos momentos de impás, llegó el empate. Matthijs de Ligt se resarció del penalti cometido y volvió a volar sobre el área de Inglaterra esta vez para mandar el balón al fondo de la red.
Los últimos 15 minutos del tiempo reglamentario iban a ser una locura. En el minuto 83 Jesse Lingard iba a recibir un pase filtrado para batir a Cillessen, el árbitro concedió el gol, pero el VAR entró en acción.
Finalmente, el videoarbitraje corrigió el error del colegiado, ya que Lingard estaba ligeramente adelantado en el momento del pase. No iba a acabar ahí la cosa, puesto en la jugada siguiente se iba a liar en el otro área.
Depay recibió el balón en la banda derecha y puso un centro a media altura que golpeó en el brazo de Rose. De nuevo el VAR entró en acción, pero no consideró que fuera penalti ya que antes golpeó en el cuerpo del jugador.
Antes de que se acabaran los 90 minutos reglamentarios, Lingard y Sterling pudieron decantar al semifinal. El primero cruzó demasiado su disparo, mientras que el segundo lo estrelló contra el travesaño.
Stones se quedó de piedra
La prórroga comenzó más tranquila. Con los dos equipos bastante cansados, les costaba llegar al área rival. Pero fue durante los primeros 15 minutos del añadido cuando llegó el gol de Holanda.
Stones, que junto a Maguire había dado un par de sustos con pérdidas tontas, volvió a ceder ante la presión de Memphis. Pickford salvó el primer lanzamiento del holandés, pero el balón le cayó a Promes, que consiguió el 2-1 con algo de fortuna, ya que el cuero tocó en Kyle Walker.
No iba a terminar ahí la desgracia de Inglaterra, que encajó un gol más en un nuevo fallo en la salida de balón. Stones dio un pase horrible para Barkley, pero es que la devolución de centrocampista fue aún peor.
El balón se quedó a medio camino, algo que benefició a Memphis. El jugador del Olympique de Lyon dejó solo a Promes que esta vez si pudo definir a puerta vacía sin que nadie tocase el balón.
Inglaterra, que ya tenía los brazos a media altura terminó de bajarlos. Holanda, que mostró un mejor juego, jugará la final de la Liga de las Naciones ante Portugal, que también ejerce de anfitriona.