Durante el partido de clasificación al Mundial entre Argentina y Brasil, Otamendi propinó a Raphinha un contundente codazo a la cara que le hizo sangre. Ni el colegiado principal del encuentro, Andrés Cunha, ni el VAR, Esteban Ostojich, tuvieron a bien expulsarle. Ni siquiera le amonestaron. Como consecuencia, la CONMEBOL les ha mandado a la 'nevera' de forma indefinida.
Esta decisión ya es oficial y ha sido formalizada a través de un comunicado público. Implica que ninguno de los dos jueces vuelva a dirigir enfrentamientos que dependan de la organización del organismo sudamericano hasta nuevo aviso. Quizás este aviso jamás se produzca y la institución opte por nuevos especialistas.
"Cometieron errores graves y manifiestos en el ejercicio de sus funciones en el desarrollo del partido", argumenta la CONMEBOL para apartar a los dos colegiados. Se trata de una consecuencia lógica teniendo en cuenta la importancia del encuentro entre la 'Albiceleste' y la 'Canarinha', además de la expectación que este envite suele abrigar.
Los focos quedan apuntando directamente a los próximos compromisos de la fase de clasificación al Mundial, de cara a los que los aficionados esperan que decisiones como esta encuentren sus consecuencias en el terreno de juego. El objetivo, unos partidos menos polémicos en los que prime la calidad de los futbolistas, no lo que hagan los árbitros.
November 17, 2021