Ni se confirma del todo la mejora del Málaga ni la Ponferradina marca territorio. El conjunto de Natxo González y el de Jon Pérez Bolo empataron sin goles en su cita de la jornada 31 de la Segunda División. Los 'boquerones' cosecharon mejores sensaciones por la línea ascendente que trazan desde su victoria ante el Amorebieta. Además, llegaron a poner contra las puertas a los bercianos, que están en 'play off' de ascenso.
La actuación de los visitantes fue de más a menos. En un principio, hicieron hizo La Rosaleda suya. Con un dominio de la pelota que no es característico de este plantel, doloroso a la contra y capaz de enfangar cualquier ataque de calidad, mantuvo a raya a los costasoleños hasta que estos reaccionaron. Les costó, pues hubieron de entrar en calor primero.
El cambio de ritmo andaluz no nació de una batería de revulsivos, si bien esta la nutrió, sino de la capacidad de los titulares de madurar su inicial inferioridad para ir sabiéndose superiores y para generar varias ocasiones de peligro claro. La más lúcida, un disparo trabado de Brandon Thomas a la altura del primer palo que dio en la madera.
La incidencia de Vadillo, Jozabed y Febas se va notando cada vez más en el esquema de Natxo. De las botas de ellos nacieron varias de las internadas más afiladas de los suyos. Un Brandon insistente, aunque falto de un poco más de resolución, y un Jairo de brillo intermitente pero que mantuvo despierta a la zaga de la Ponferradina, más claves de la propuesta local, que también ha ganado, en estas semanas, entereza atrás.
Esto, sumado a la entrada al campo de Javi Jiménez, Paulino, Roberto o Chavarría terminó de explicar esa sensación de que el Málaga fue de menos a más hasta dominar el partido y opositar firmemente a la victoria. El triunfo, en lo que los de Bolo se defendían con la seguridad que les ha llevado al 'play off', se resistió hasta trocarse en empate.
El reparto de puntos es nimio por lo que podría haber significado de no haber sido un reparto de puntos. El conjunto de Martiricos habría puesto la guinda perfecta a su mejora con Natxo de haber rendido a los de Bolo. Y los de Bolo habrían marcado territorio y diferencias para con un equipo histórico que está sufriendo en estos momentos. Al final, ni lo uno ni lo otro.