Antes de empezar el trabajo del día, los futbolistas del equipo de la división de Ascenso se presentaron con camisetas blancas con el rostro joven de Maradona y la leyenda "Feliz cumpleaños".
Formados alrededor de una mesa en el campo esperaron al entrenador con un par de tartas y lo invitaron a celebrar.
Con un paso cansino, pero ya sin las muletas que usó hace poco más de una semana por una artrosis, el campeón mundial de 1986 con la Selección de Argentina se quitó su camiseta amarilla y se uniformó con la de su cara.
Emocionado, aceptó acercarse al pastel y ser empujado hacia adelante como dicta la tradición de los cumpleaños en México y luego mostró a las cámaras de los medios presentes su rostro lleno de azúcar y merengue.
31 de octubre de 2018