Uno de los nombres más sonados en los últimos días es el de Aurelien Tchouaméni, una de las grandes sensaciones de la pasada 'Final Four' de la Liga de las Naciones. El jugador del Mónaco fue titular con 'Les Bleus' en la final contra España y medio continente puso sus ojos en él.
Sin ir más lejos, el Real Madrid, visto su juventud y sus capacidades en el terreno de juego, lo ve como el recambio de Casemiro cuando el brasileño comience su cuesta abajo en cuanto a rendimiento, aunque actualmente es todavía una pieza fundamental en el cuadro blanco.
El interés del conjunto 'merengue' ha sido la guinda para un Tchouaméni que ha protagonizado un ascenso meteórico desde la temporada 20-21. Gran culpa de ello tuvo Niko Kovac, que llegó al Mónaco en el citado curso.
El croata apostó por el centrocampista desde el comienzo para que sumase al final de la campaña un total de 42 encuentros, 40 de ellos como titular. Fue nombrado el mejor joven de la Ligue 1, lo que coronó su gran curso con un reconocimiento merecido.
Un rendimiento que le valió luego para ser convocado por Deschamps, que le hizo debutar oficialmente el 1 de septiembre, cuando salió en la segunda parte del Francia-Bosnia. La 20-21 y Niko Kovac propiciaron el punto de inflexión de un Tchouaméni al que ya conoce todo el Viejo Continente.