Algunos dirán que la primera parte en Tenerife fue táctica, pero lo cierto es que la palabra que mejor podría denifirla es insípida. Lo visto en el primer tiempo no se reflejó con la dinámica con la que llegaban ambos equipos. Los locales afrontaban la cita tras cosechar tres partidos sin conocer la derrota. Por su parte, la SD Huesca había superado el bache deportivo de semanas atrás, y encadenaba cinco partidos sin perder.
Sin embargo, la media hora inicial fue soporífera, con una SD Huesca que tenía el control del cuero, pero que no inquietaba a la zaga isleña. No fue hasta el último cuarto de hora cuando ambos conjuntos se animaron a oler las áreas. Se pudo adelantar el club oscense con un disparo muy lejano de Timor desde la frontal que tuvo que ser despejado por Soriano.
El Tenerife, por su parte, trató de buscar las espaldas a su rival. Sin embargo, los intentos de los locales no tenían la precisión necesaria para generar peligro. Ambas escuadras se marcharon a vestuarios con un 0-0 y un duelo poco vistoso.
El inicio del segundo tiempo sí tuvo todo aquello de lo que careció el primer acto. Sobre todo por parte del Tenerife, que puso en aprietos a los pupilos de Xisco en varios momentos.
A los cinco minutos, los locales tuvieron una doble ocasión muy clara para abrir el marcador. Primero lo intentó Corredera, desde un saque de falta, pero su potente disparo fue despejado por Andrés Fernández. El rechace le cayó a Mollejo, quien solo él supo si tiró o centró, ya que la jugada se perdió por un mal remate del jugador.
El encuentro estaba en tierra de nadie y, en cualquier momento, podía llegar el gol de un lado u otro. Sin embargo, no ocurrió.
Por parte de la SD Huesca, la más clara fue un disparo de falta de Timor que tuvo que parar Soriano en dos tiempos. Mientras que el Tenerife se quedó con la miel en los labios tras una doble oportunidad que acabó anulada por fuera de juego de Enric Gallego.
Al término del partido, el marcador se quedó en 0-0, en un partido en el que ambos cuadros fueron capaces de lo peor en el primer tiempo y que salvaron los muebles en el segundo, pero con un resultado que no le sirve a ninguno de los dos.